Probablemente muchos de vosotros probasteis el pan de escanda, actualmente esta variedad de trigo está volviendo a nuestras mesas más a menudo. Cuando vivía en Polonia compraba a menudo pan de escanda pero después de mudarme a España estuve mucho tiempo sin poder encontrar este pan. Claro que usar Google y Wikipedia siempre acorta las búsquedas…
De hecho en Asturias la Espelta (o Escanda) es muy popular, pero me confundió el hecho de que su nombre polaco (orkisz) es completamente diferente ¿verdad?
¿Por qué merece la pena comer escanda? Bueno, hay un montón de razones.
En primer lugar razones históricas, en la época romana fue consumido por gladiadores y atletas olímpicos. ¿Por qué? La espelta contiene alrededor de un 30 a 70% más de proteínas que el trigo normal, ¡algo muy importante para todos los atletas vegetarianos! Además de su alto contenido en proteínas la espelta es muy beneficiosa para el cuerpo como fuente de carbohidratos y altas cantidades de vitamina B.
También contiene gluten fácilmente digerible, zinc, cobre, selenio, vitaminas A y E, es una rica fuente de fibra y de ácido linoleico (del grupo de los ácidos grasos omega 3).
Hoy en día la escanda se venía cultivando sólo en las regiones montañosas de Suiza, España y Alemania aunque, cada vez más, también se cultiva en granjas orgánicas en otras partes de Europa. Esta escasa profusión del cultivo se debe a que la planta da una cosecha mucho más pequeña que otras especies de trigo. En nuestros tiempos industrializados en los que la gestión de los cultivos atiende a razones de maximización de rentabilidad la escanda no tiene mucha difusión. Como resultado de esto, sin embargo, la escanda no ha sido muy modificada por la manipulación humana y mantiene las mismas propiedades naturales de hace siglos.
El pan de espelta también es mucho más digestivo que el de trigo.
Una gran cantidad de beneficios, ¿verdad?
Los hechos científicos ya los hemos visto, pero para mí lo mas importante es que todo lo que se hornea con la harina de espelta siempre resulta muy bien. Me encanta el ligero sabor a nuez del pan de escanda.
En Asturias aun se pueden encontrar sitios donde la harina se puede comprar directamente en el molino, donde se trilla por mecanismos de agua tradicionales. Todo el proceso es muy ecológico, sin maquinaria moderna, sin aditivos y otras “maravillas”.
¡Hoy vamos a preparar panecitos de escanda con semillas de sésamo!
Vamos a necesitar estos ingredientes:
- 300gr de harina de escanda
- 200gr de harina blanca de trigo
- 25gr de levadura fresca (1 cubo)
- 1 taza de agua tibia
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 1 Pizca de sal
- 3 cucharadas soperas de semillas de sésamo tostado
- 3 cucharadas soperas de aceite de sésamo
Preparacion:
Vertimos los dos tipos harinas en un bol y las mezclamos, añadimos una pizca de sal y las semillas de sésamo y lo mezclamos bien. Desmenuzamos la levadura en un vaso de agua tibia, agregamos el azúcar, revolvemos hasta que quede uniforme y lo dejamos reposar durante unos 10 minutos, luego lo vertimos en la harina poco a poco, revolviendo. Agregamos el aceite de sésamo también. Amasamos la masa resultante. Os recomiendo que os frotéis las manos con aceite de sésamo, la masa no se pega a ellos y que será mucho más fácil de amasar.
Mantenemos la masa durante unos 30 minutos en un lugar cálido para conseguir un poco de volumen.
Ponemos los bollos en una bandeja para hornear forrada con papel de horno y los dejamos así durante unos 15 minutos, cubiertos con un trapo de cocina limpio. (fuera del horno).
Después calentamos el horno a 170ºC, horneamos los panecillos durante 25 minutos ¡Listo!