Hoy os quería dejar una receta que, para mí, sirve muy bien como sustituto de los bocadillos para viajes. Estas tortitas de calabacín y queso tierno llevan todo lo que siempre intento incluir en mis comidas: proteína, verduras, grasa buena y un poco de carbohidratos. Si las queréis sin gluten solo tenéis que seguir la receta, si el gluten no os importa podéis usar la harina de trigo normal. Después de preparar estas tortitas las podéis guardar en la nevera hasta 2-3 días y comerlas en frío o calentándolas un poco antes. Saben muy bien también con salsa o solo con nata agria.
¿Cocinamos?
Ingredientes:
- 1 calabacín (de 300 g)
- 1 huevo
- 100 g de queso tierno (rallado)
- 5 cucharadas soperas de harina de arroz o de trigo sarraceno
- Una pizca de sal
- Aceite de oliva para freír
Preparación:
Lo primero, tenemos que pelar y rallar el calabacín. Después lo sazonamos y lo dejamos rallado en un recipiente hasta que pierda el líquido. Luego retiramos el jugo que ha soltado y añadimos el huevo, el queso rallado y la harina. Lo mezclamos todo bien. En este paso tenéis que ver como os queda la masa. Puede ser que tengáis que añadir un poco mas de harina. La masa tiene que quedar suave, no demasiado líquida.
A continuación, calentamos en una sartén el aceite de oliva y cuando ya esté bien caliente, con una cucharada sopera ponemos la masa y la aplastamos directamente en la sartén, formando nuestras tortitas. Las freímos por ambos lados, unos 2-3 minutos por cada lado.
Después de freír los dejamos en un plato forrado con papel de cocina para quitar el exceso de aceite. ¡Listo!