Si tenéis un calabacín en la nevera y harina de garbanzos, ya podéis preparar estas tortitas.
Son perfectas para desayunos salados, para cenar o para llevar en vez de bocadillo.
En mi casa las tortitas saladas de verduras se cocinaban de diferentes maneras, pero siempre con huevos.
No me dio mucho trabajo hacer esta receta sin huevos sencillo, como sabéis con harina de garbanzos se pueden sustituir los huevos en casi todas las recetas.
Son totalmente veganas y sin gluten.
Vamos a necesitar:
- 1 calabacín pequeño
- 5 cucharadas soperas de harina de garbanzos
- 2 cucharadas de harina de arroz
- 4 cucharadas de maíz en lata
- 4 cucharadas de puerro cortado en julianas
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de sal negra Kala Namak
- 1 cucharadita de sal del Himalaya
- 1 cucharadita de hierbas de provenza
- 1 taza de agua templada
Preparación:
En un bol tamizamos las harinas de garbanzos y de arroz, ponemos sal Kala Namak y sal del Himalaya y lo mezclamos todo junto.
Vertemos agua y mezclamos todo bien. Añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva y lo mezclamos otra vez.
Lavamos el calabacín y lo rallamos con un rallador de malla gruesa.
Añadimos a nuestra masa de harina de garbanzos el calabacín rallado, el maíz, el puerro cortado, las hierbas de provenza y lo mezclamos todo bien. Con eso la masa está lista.
Precalentamos la sartén con un chorro de aceite de oliva y ponemos nuestra masa con una cuchara sopera, 1-1,5 cucharas equivalen más o menos a una tortita.
Las freímos hasta que estén doraditas por los dos lados. Las podéis comer calientes y frías.
Son muy buena alternativa a los bocadillos tradicionales, especialmente para las personas que no comen gluten.
