Los rusos tienen la buena costumbre de tomar té, pero nunca lo toman solo. Siempre lo acompañan con algo dulce, como tarta, galletas u otras cosas. Esta costumbre la tenemos también en mi casa. Por eso casi siempre tenemos algo para acompañar el té. Hoy os voy a dejar una de las recetas que preparo muy a menudo, la de tarta de manzana.
Hay un millón de recetas de tarta de manzana en este mundo. Yo también tengo varias, pero esta es mi preferida. La preparo siempre en invierno, por su jugosidad y olor a canela y manzana, que me dan sensación de calor y comodidad en el hogar. Es una receta muy fácil y rápida de hacer y os aseguro que la repetiréis muchas veces. Creo que el mayor secreto de esta tarta es la jugosidad de las manzanas. En Polonia esta tarta se toma muchas veces caliente. Si la ponéis en el horno durante 5 minutos, justo antes de comerla, será mucho más rica.
Podéis hacer esta tarta con gluten y sin gluten. En la versión con gluten podéis usar harina de trigo o de escanda, en la versión sin gluten harina de castaña y harina de tapioca. Os voy a poner en los ingredientes de ambas posibilidades.
¿Cocinamos?
Vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
Para la masa:
- 400 gr de harina de escanda o de trigo / Sin gluten: 200gr de harina de castaña mezclada con 200 gr de harina de tapioca
- 250 gr de mantequilla sin sal
- 2 yemas de huevo
- 2 cucharadas soperas de agua fría
- 50 gramos de panela o xylitol o erythritol
- Una pizca de sal
Para el relleno de manzana:
- 1,5kg de manzanas
- 2 cucharaditas de canela
- 3 cucharadas soperas de panela o xylitol o erythritol
Preparación:
En un recipiente tamizamos la harina, después añadimos panela u el edulcorante que uséis, sal y lo mezclamos todo bien. Si hacéis la versión sin gluten, tenéis que mezclar bien las harinas antes de meter el resto de los ingredientes. Cortamos la mantequilla fría en cubos y la añadimos al resto de los ingredientes en nuestro recipiente. Mezclamos todo con las manos hasta que obtengamos unos trozos de masa. Para este paso, si tenéis robot de cocina podéis utilizarlo en lugar de amasar a mano.
Dividimos la masa en dos trozos iguales, porque vamos a hacer dos capas. Con una capa forramos el molde. Yo lo hago siempre aplastando la masa con las manos dentro del molde, lo tapo con el papel film y lo meto en la nevera durante una hora. Con la otra parte de la masa formamos una bola, la envolvemos en papel film y la metemos en el congelador.
Mientras tanto, pelamos las manzanas y las rallamos en un rallador con malla gruesa. Preparamos una sartén y ponemos a freír las manzanas ralladas con canela y edulcorante. Las freímos revolviendo unos 10-15 minutos, hasta que estén jugosas y suaves. Después dejamos enfriar la masa de las manzanas.
Retiramos de la nevera el molde con la base y ponemos encima la masa de las manzanas. Ahora sacamos del el congelador otra parte de la masa y la rallamos con un rallador de malla gruesa encima de la masa de las manzanas. Distribuimos bien la ralladura encima de todo la superficie de la tarta.
Precalentamos el horno a 180ºC. Y por último horneamos la tarta durante unos 40-45 minutos.
¡Está riquísima con un buen té!